Por: Ronald Chavarro, asesor de despacho de la secretaría de cultura y patrimonio de la Alcaldía Distrital de Barranquilla.
Al considerar y reconocer las potencialidades culturales, artísticas y creativas propias del departamento del Atlántico, y que a su vez, es necesario acentuar el protagonismo de su cadena productiva en torno a la identidad y representación cultural, como un fenómeno social sostenible que en su efecto natural, potencia el sector de las industrias culturales y creativas, desde su aporte y contribución al desarrollo económico, social, académico, institucional y ambiental de la región y el país.
En ese sentido, al ser el arte y la cultura, instrumentos de integración de las manifestaciones y expresiones culturales de los territorios, se convierten en un eslabón del escenario sinérgico entre los sectores público, privado, la academia y la sociedad, a su vez, entendida y reconocida para impulsar las capacidades de fomento, creación, circulación y participación, así como el desarrollo y crecimiento económico de los actores que la conforman.
Desde este enfoque, no es posible concebir el sector, sin la participación de los actores culturales y creativos, quienes responderán al comportamiento del ecosistema cultural del territorio, y cuyos esfuerzos se orientarán al logro de la satisfacción de necesidades de todos los subsectores que lo integran. Es la innovación el principal elemento articulador, mediante el cual se logra mayor conexión entre las herencias culturales y los procesos creativos que representan el territorio, y en ese sentido, genera mayor cohesión social.
Entendiendo lo anterior, desde el sector público se debe colocar a la innovación al servicio de todos los actores que conforman la cadena productiva de las industrias culturales y creativas, en otras palabras, se necesita preparar condiciones que garanticen su consolidación y sostenibilidad, tales como la definición de estrategias para el fortalecimiento, circulación y sostenibilidad de sus actores, lo que permitirá generar e instalar espacios de participación y convergencia en torno a los diversas manifestaciones culturales y artísticas que identifican la vocación cultural del territorio. En esa instancia ideal, es necesario articular esfuerzos entre las que propendan por alcanzar mayor participación institucional en todos los programas, proyectos e iniciativas que integran al ecosistema cultural, lo cual no puede estar distante a garantizar el acceso y visibilidad de quienes lo integran.
El principal reto, desde lo público, es acelerar la armonización de la oferta y demanda de productos y servicios de carácter cultural y creativos, para ello, debe haber más confianza en el sector, entendida como su proyección, lo cual no será posible sin mayor inversión de recursos, producción artística con mayores estándares de calidad, diversificación de la oferta de bienes y servicios, formalización del empleo, empresarismo, asociatividad y turismo cuyo impacto, convertirá al sector de las industrias culturales y creativas, en el polo de integración y desarrollo de la cultura en el departamento.
Para finalizar, es importante en este ejercicio de articulación, la suma de esfuerzos de empresas como Vertical-i, quienes con su liderazgo han decidido volcar todas sus capacidades obtenidas a lo largo de los años, en ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento, para diseñar las condiciones necesarias que permitan generar una estrategia de especialización inteligente materializada en un distrito de innovación de industrias creativas y culturales, que se conecte con las potencialidades del departamento del Atlántico para su desarrollo sostenible.
